Pues aquí estoy en vísperas del Triatlón de Pareja, mi 3º, y después de 3 días de entreno en los que he descubierto una cosa, me sigo defendiendo en las 3 disciplinas, pero he perdido fuelle y fondo, ayer con una salida de 2 horas con la bici termine algo cascado, aunque puedo achacarlo a mas cosas además de los pocos kilómetros que creo que he hecho este verano.
La salida dirección Torre del Burgo con continuos sube y baja, viento lateral y/o a favor, salgo con pocas ganas pero salgo, a la altura de Torre del Burgo voy 2 min peor que el martes, cuando salí “superencendido” y con viento a favor, esto me hace pensar que mi problema no es físico sino mental. Hago la subida con mucho viento lateral y empiezo a notar fatiga en el último kilometro, a la salida de Torija (en este recorrido hago 3 tomas de tiempos) llevo el mismo tiempo que el martes, o sea otra vez la cabeza me ha jugado una mala pasada, y mi tiempo en la súbida ha sido mejor que el del martes, entonces aparece el dios Eolo para con su fuerza hundirme en las rectas que van de Torija a Aldeanueva, 7 km prácticamente llanos por la alcarria con un fuerte viento de cara, como “mentalmente” pensaba que no era el día, me relajo, procuro llevar una velocidad constante (algo mas lenta de lo habitual), a los 5 min me canso, y empiezo ha hacer cambios de ritmo, por lo menos para aprovechar esa recta, el viento a lo suyo. Llego a Aldeanueva con 3 min mas que el viernes, o sea 3 min mas en 7 km, y sigue soplando. Llego a la bajada hacia Iriepal, me dejo caer, sigue soplando, adelanto a un coche que va de paseo, yo tampoco estoy forzando pero trazo mejor. Al final llego a casa con 6 min mas que el martes, eso si contento por salir otro día. Lo malo es que me veo falto de fondo a estas alturas para pensar que dentro de 8 días me veo las caras de nuevo con el Triatlon de Guadalajara, distancia ½ Ironman.
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