El azar es tan importante en todo esto, y sin embargo sin trabajo previo no hay meta. Y ¿Por qué digo esto?, pues porque este año ha sido muy peculiar a la hora de hacer y terminar mi 3er IRONMAN.
Lo primero hay que decir que pensándolo bien llevo menos horas entrenadas que en el año 2007, con una salvedad he sido mas constante, he tenido menos días en blanco y he trabajado sobre aspectos que no hay trabajado el año anterior.
Todo esto me hizo estar preparado a falta de 15 días, haciendo unos éntrenos específicos que visto lo visto han dado resultado.
Las malas noticias empezaron justo una semana antes del IM. Empezaron por una mala revisión de los frenos en el Decathlon, solución forzada por los horarios de trabajo, y durante el fin de semana previo además de no poder entrenar lo que me hubiera gustado por el viento y la lluvia, la mecanica de la bici no era la perfecta para pensar en estar mas de 6 horas encima de la bicicleta. Luego al aprovechar la tarde del domingo para entrenar cogi frio en el pecho, en aquel momento no le di importancia, pero la tarde del lunes empezó a ser incomoda, en la piscina me salí antes de tiempo y no quería pensar en nada negativo, la noche del lunes, el martes completo y la noche del martes fue de lo peor para pensar que en 5 dias tienes un IM, pero auque físicamente no me encontraba nada bien, de manera excepcional no me encontraba negativo, seguía teniendo fe.
Y aquí la idea que me ha rondado y que me sigue rondando todavía, me recuerda a los examenes de la UNED, no bastaba con pegarte una empollada de 1 mes, cosa que en alguna otra universidad podría vale, en la UNED la disciplina de los 3 meses anteriores era fundamental para llegar con garantias a un examen, y saber de antemano si ese examen lo aprovarias, lucharias por aprovar o lo reventarias con una buena nota. Bien pues esa misma sensación fue la que senti los dias de NO entreno previos al IRONCAT, el entreno la lo llevaba en el cuerpo, en la ducha veia mis piernas y pensaba que no eran las mismas que tenia en diciembre, me encontraba ligero y con ganas, pero prudente por la pseudo-gripe que me tenia incomodo.
Mis pensamiento negativos nunca afloraron, pero tampoco es que estuviera superpositivo, por lo menos hasta la tarde el viernes. La semana fue pasando, no había agobios, seguía con mi ILVICO e IBUPROFENO luchando contra el dolor de garganta, y mi cuerpo ya se encontraba un poco mas fuerte. El viernes madrugon y viaje, pero como llegamos un poco mas tarde no puedo probar la bici antes de comer, y me empiezo a estresar. Pero he aquí mi punto de inflexión, me sienta bien la comida aunque no tengo mucho hambre, nos echamos la siesta, desconecto, me olvido de todo, reunión-briefing del Ironcat, corta y rápida, ahora si que estoy positivo, vuelta al hotel y paseo con las bicis con Lorena, 7 km a ritmo Verano Azul, llegamos al hotel y media horita de relax en la piscina climatizada… ya estoy preparado.
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