Mis pies - Capitulo I

Mis pies son con diferencia mi "talón de aquiles" a la hora de hacer deporte y esta semana me han pedido un descanso, va a ser solo una semana, pero un descanso.
A pesar de ser mi punto debil en muchos triatlones mi parcial de carrera a pie no ha sido el peor de los tres, a pesar de mis limitaciones.

Mi historia deportiva y la de pies van de la mano, empezando por mi nacimiento con pies zambos (o equinovaros, ver http://es.wikipedia.org/wiki/Pie_equinovaro) algo no excesivamente grave pero que influyo en la movilidad infantil de mis primeros años. No es problema que impiza la practica del deporte (me acabo de enterar que Steve Gerarg tb tuvo el Pie equinovaro).

Mis primeras zapatillas normales (sin ser ortopedicas, y sin ser botas de baloncesto) las extrene con 21 años. Mis primeras zapatillas de atletismo con 23. El triatlón me dio muchas alegrias, hice una maratón,... y pasaron los años.

Con 29 años (2003) me casque los tobillos (fisura en el calcaneo izquierdo y esgince interno... tobillo derecho), y creia que entonces si que se habia acabado lo de correr, aunque me resistia a asumirlo. Un año despues volvia a correr y 17 meses despues hacia un 1/2 IM, la cosa volvia a su cauce... ahora despues de 3 IM y unos cuantos Triatlones me han echo olvidar todo su pasado.

Pero, llega un dia en que mi pie me pidio un descanso de verdad, no esa cansancio, era dolor, algo no estaba en su sitio, porque aunque fisicamente me encontraba bien, el pie despues del IRONCAT'09 empezo a mal-funcionar, pero no lo deje reposar lo suficiente y 2 semanas despues hacia el Clasificatorio de Madrid (Olimpico), y no fue mal, y el tiempo en los 10 km fue discreto, pero eso si, desde el km 1 sabia que cuando se me quedara el pie frio iba a tener algún problema. El pie se enfrio pero la inflamación no fue para alarmarse.
Pero como las sensaciones no eran buenas fui al Fisio me "recoloco", me apreto, me hizo daño... y por la noche hielo y reposo.

Ahora solo pienso en descansar, puedo nadar y salir con la bici, pero voy a dejar de correr una semana. Porque aunque este olvidado, tengo que cuidar mis pies ante todo, y una semana sin correr no me va a impedir seguir con mis retos, con mis sueños.